El partener

El partener
De Mauricio Kartun
Teatro Del Pueblo: Av. Roque Sáenz Peña 943, CABA
Funciones: viernes a las 21 y sábados a las 22.30
Duración: 80'

por Rubén Sacchi

Un pueblito perdido en esa maraña de rutas y caminos que es el interior de la provincia de Buenos Aires, lugares que la mística construye como ansiados paraísos, pero la realidad de los lugareños como infiernos difíciles de abandonar. Allí no pasa nada, a excepción de la peña: evento social que se espera con ansiedad, aunque no modifique la chatura reinante.



A ese paraje, dejado de la mano de Dios, llega Pacheco, un recitador criollo que huye de demasiadas cosas: cuentas pendientes de todo tipo, su hijo y hasta de su propia historia. No obstante, su vástago es hueso difícil de roer y sabe dar con su osamenta que, en este caso, descansa en un cuartucho del bodegón donde cambia arte por hospedaje y sexo por comida.
Su arribo no es bien recibido, pero el muchacho, que se crió a su sombra, aprendió a ser su partener y no concibe su vida desde otro lugar. Difícil será volver a deshacerse de él. Mientras, la aparición de una tercera figura, la profesora de danzas Nydia, una joven frustrada que deja sus mejores años al lado de un padre hemipléjico, cruel y manejador, dará un giro insospechado al relato y significará el punto de ruptura que el joven necesita para crecer, mientras el padre permanece en una permanente inmadurez que se insinúa sin remedio posible.
La historia es una más de las tantas que se suceden a diario en pensiones y hoteluchos para viajantes, pero la magia de Mauricio Kartun la motoriza para exponer las difíciles relaciones familiares, sus afectos y omisiones. También pincela con maestría el clima reinante en esos poblados, tan cerrados en sí mismos y en sus tradiciones y, aunque ansiosos de algo nuevo, ariscos a los cambios; esos sitios donde el tiempo parece no transcurrir y el día y la noche conforman una línea contínua que se repite hasta el cansancio.
El género de comedia dramática permite reirnos de situaciones terribles, sin dejar de conmover con una gran dosis de ternura que, a su manera, transmite cada uno de los personajes maravillosamente interpretados.
La destacada dirección de Manuel Vicente y un equipo técnico al pie del cañón complementan un paquete digno de desatar y disfrutar.

Elenco:

Juan Palomino: Pacheco
Ana Yovino: Nydia
Rodrigo Alvarez: Nico

Equipo:

Coreografía: Mara Linari
Diseño de sonido: Araceli Matus
Diseño de luces: Gonzalo Córdova
Escenografía y vestuario: Mariana Tirantte
Operación técnica: Nayla Perisse
Asistente de dirección: Alan Darling
Fotos: Male & Dapa
Prensa: Duche&Zarate
Producción: Cristina Fridman
Dirección: Manuel Vicente

La noche del ángel

La noche del ángel 
de Furio Bordon 
Teatro Picadero
Pasaje Discépolo 1857, CABA
Domingos 18.30 hs.; lunes 21 hs.

por Rubén Sacchi 

El ego, esa fuerza que, según algunas teorías del psicoanálisis, dismunuye durante el proceso creativo, parece regresar con renovados bríos después de concluído éste y cuando la obra tomó estado público. De ese estigma adolece el padre (Federico Luppi) que vive atesorando glorias pasadas y a quien encuentra la hija en su departamento, practicando una obra. Una corona ciñe su cabeza, él la interroga acerca de qué rey representa. Luego de un intercambio, el padre se aleja murmurando que él hubiera preferido a Lear. La cita no es inocente ya que parece interpelar su propia relación filial.


A partir de allí, toda una catarata de emociones se exponen y reprimen. El incesto y el fantasma de Edipo sobrevuela la estancia y se pone en tela de juicio el rol de la sociedad respecto al cuidado de su niñez y adolescencia.
La noche del ángel, metaforiza lo que aún no se ha manchado, lo puro, eso que en este mundo hostil no tiene futuro alguno. Pese a su caída su ánima atina el retorno y, en un alegato ejemplar, intenta modificar algo, si no en los hombres, al menos en la vida de Ana y su padre.
La obra transcurre sin alteraciones de escenografía, pero el frecuente movimiento de Ana le da dinamismo al cuadro. La actriz, que supo deslumbrarnos con su dramaturgia en Granos de uva en el paladar, nos muestra aquí que también sabe del oficio sobre las tablas.
Un buen trabajo técnico acompaña al elenco y refuerza el dramatismo que contiene la historia. Interesante obra de Furio Bordón, a quien Luppi está traduciendo y adaptando en otras piezas, para montarlas en los meses venideros.
El dramaturgo, director y novelista italiano Furio Bordon comenzó su carrera como escritor a los 20 años en la RAI. Escribió para teatro, televisión y radio. Entre sus obras se destacan: Querido Elvis, querida Janis, con la cual ganó el premio a mejor pieza teatral del año otorgado por el Instituto de Teatro Italiano, la obra Las últimas lunas con la cual se despediría de los escenarios Marcello Mastroianni poco antes de fallecer en París, y La noche del ángel con la que conquistó los grandes escenarios europeos. Al respecto, Federico Luppi sostiene: “Hace muchos años que leí esta pieza y decidí que quería hacerla; el autor, Furio Bordon siempre me ha resultado de una sensibilidad y un coraje sincero en sus obras. Decidí que este texto y lo que trae a escena merecían la pena ser contados”.


Elenco:

Federico Luppi: El padre
Susana Hornos: Ana 
Nehuen Zapata: El adolescente

Equipo:

Dramaturgia: Furio Bordon
Traducción y adaptación: Federico Luppi
Escenografía y vestuario: Nicolás Nanni
Música: Iván Nilson
Iluminación: Adriana Antonutti
Títere: Gustavo Garabito
Fotografía: Akira Patiño
Peinado: Néstor Burgos
Maquillaje: Estela Cáceres
Diseño Gráfico: Sergio Calvo
Prensa: Marisol Cambre
Producción ejecutiva: Pablo Silva y Susana Hornos
Asistencia: Tony Chávez, Eliana Sánchez
Asistencia de Dirección: Milagros Plaza Díaz
Dirección: Federico Luppi

Pueblos fugaces

Pueblos fugaces
Carlos Aprea
Libros de la Talita Dorada, 2012
Poesía, 76 pp.

por Rubén Sacchi

Definir el libro de Carlos Aprea como una bitácora o un cuaderno de viaje sería incompleto. Tampoco decir que es una suma de postales del interior más profundo de nuestra tierra. Lo que el libro nos presenta es un tratado de magia, que sólo se interpreta si se lee con los otros ojos, esos que están detrás de los evidentes.
Cada poema es una geografía, pero de un mapa interior que, quizás en ocasiones, coincide con la hoja que prolijamente trazara un cartógrafo, aunque dotados de suficiente subjetividad como para hacer, de esos sitios, lugares inhallables para otros visitantes.
En la conciencia de ser viajero, el poeta posee los paisajes sin apropiarlos, los hace suyos con la fugacidad del instante que define el título y que reproduce en palabras de Thomas Radcliffe: “Toda maravilla es, por definición, apenas perceptible y pasajera”.
Luego de compartir paisajes y vivencias con habitantes de los más diversos sitios, de aprehender otras cosmovisiones, Pueblos fugaces nos lleva nuevamente a casa, pero con la impresión de que, como cantaba Daniel Viglietti: “Siempre el mundo será ancho, pero ya no será ajeno”.

Habla Clara

Habla Clara
María Pía López
Paradiso Ediciones, 2012
Novela, 112 pp.

por Rubén Sacchi

Un muerto. ¿Suicidio, asesinato, accidente? La instrucción, a manos de la justicia, deberá develarlo. Para ello, cuenta sólo con el testimonio de los vecinos.
Todo ocurre en todas partes y la historia rompe, una y otra vez, el mito de que en algunos barrios nunca pasa nada. Sin embargo, sus moradores mantienen esa actitud de sorpresa, típica del “yo no fui”.
Lo particular de la historia no consiste en ella misma, sino en la manera de narrarse y que alude al título con un juego de palabras: Clara habla, pero su habla no es clara, como tampoco lo es la del resto de los personajes.
Hay un manejo por demás interesante de las formas de expresión. Si bien los personajes habitan un mismo sitio y pertenecen, obviamente con matices, a una misma clase social, sus palabras suenan muy diferentes entre sí, ya sea por cuestiones generacionales o culturales, lo que no puede ser casual en la pluma de una socióloga.
Ahí reside el fundamento del libro, en ese trabajo sobre los actores que vuelven la trama como algo secundario, que plantea problemáticas actuales y puede, sin mella, quedar irresuelta.

Greek

Greek
de Steven Berkoff
Centro Cultural de la Cooperación
Sala González Tuñón
Av. Corrientes 1543, C.A.B.A.
Viernes y sábados, 22:45 hs

por Rubén Sacchi

No son los parajes de la antigua Tebas, tampoco corren los tiempos en que los seres humanos recurren a oráculos,  sacerdotes o pitonisas para vislumbrar su futuro. Greek, contrariamente a su nombre, es la historia de un Edipo londinense, aggiornado hacia fines del siglo XX, cuando la segunda Gran Guerra había terminado y una Europa semidestruída y miserable intentaba levantar cabeza de la mano del capitalismo.


La tragedia de Sófocles gira, en la puesta de Analía Fedra García, alrededor de una mesa y cuatro sillas, prescindiendo de otros elementos que el espectador debe imaginar en complicidad y permitiendo a los actores poner el cuerpo y jugarlo. La economía excede el mobiliario y ocupa a los actores en más de un personaje. Esa aparente escasez, amén de los protagónicos, se sostiene por una interesante utilización de las luces, que refuerza o parcializa sin invadir.
La particular versión de Edipo Rey, apunta a mostrar los valores de una sociedad decadente, donde  racismo y egoísmo son moneda corriente y los hooligans instalan acciones y lenguaje impregnados de violencia. La natural alteración del tiempo y espacio hace que la utilización de flashbacks se asimile con total naturalidad.
Lo particular de la adaptación es la vuelta de rosca acerca de los patrones morales en las distintas generaciones, que atraviesan lo privado y la reivindicación del placer y los sentimientos como derechos inalienables del hombre. Plantea cuestionamientos que proponen un debate amplio en un mundo que, cada vez más, aspira a la universalización de las libertades civiles, como el peso de lo cultural en las relaciones sexuales y la contundencia e importancia de la palabra y su función como arma.
Con maravillosas actuaciones, vale la pena ver esta escatológica y desenfadada propuesta de la vieja tragedia griega.


Elenco:

Ingrid Pelicori: La madre apropiadora, La Esfinge
Horacio Roca: El padre apropiador; El padre biológico.
Martín Urbaneja: Eddy
Roxana Berco: La hermana; La esposa y madre biológica.

Equipo:

Diseño y realización de escenografía y vestuario: Pía Drugueri
Diseño de luces: Marco Pastorino
Asistente de vestuario: Cinthia Benítez
Entrenamiento corporal: Florencia Rapan
Diseño coral de voces: Miguel Angel Pesce
Fotografía: Néstor Barbitta
Comunicación visual: Claudio Medin - Estudio M
Prensa: Duche&Zárate
Traducción: Rafael Spregelburd
Dramaturgia:  Ingrid Pelicori - Analía Fedra García
Asistente de dirección: Marcio Barceló
Dirección: Analía Fedra García