Se fue con su padre

Se fue con su padre
de Luis Cano
Teatro San Martín
Sala Cunill Cabanellas
Avda. Corrientes 1530, C.A.B.A.
Miércoles a sábados, 21:00 Domingos, 20:00
Duración: 75'

por Rubén Sacchi

Un paraje alejado en algún lugar de la costa. Un pueblo chico que inevitablemente encierra un infierno grande. Secretos y mentiras que se guardan a medias en un lugar donde, por el hecho de repetirse, todo se torna evidente. En el tema La lección del viajero, que cantaba Litto Nebbia, Mirtha Defilpo escribía: "El viajero me dijo que la boca se rompe si uno come palabras. Todo nuevo refugio es una antigua trampa”, y así, a fuerza de callar, la historia se construye en una jaula, como la que encierra a las cotorras, la silla colgante que usa la Hija, que pareciera tener barrotes y otros elementos de la escenografía que, más allá del clima opresivo general, transmiten la idea de encierro.
Se fue con su padre trata de la identidad pero fundamentalmente de la apropiación y, aunque ambientada en 1920, es inevitable establecer un vínculo con nuestro pasado reciente. En un juego esquizofrénico, el apropiador proteje la posesión hasta el crimen aunque, en contrapartida, castiga lo apropiado como reflejo de una absoluta ignominia.


La historia transcurre en un establo pero, a diferencia del mítico pesebre, nada hay de celestial en el comportamiento de seres embrutecidos por la miseria, lejos de cualquier redención que no sea la locura o la muerte.
La obra no tiene desperdicio. Cuatro actrices impecables atraviesan el drama de la vida evidenciando gran maestría, con una María Eugenia López excelente en sus alteraciones de ánimo e impostación de voz. El trabajo de marcación y el despliegue en escena logran un aprovechamiento del espacio que mantiene la atención en cada punto, absorben al espectador.
Las luces y el sonido no van en zaga y trabajan reforzando la carga argumental. La escenografía se muestra muy lograda en ambientación e incluye una tormenta real que le da un toque distintivo impactando en la participación del espectador. En síntesis: un hermoso libro y una puesta bien lograda.

















Elenco:
Hija: María Eugenia López 
Tía: Elida Schinocca
Madre: Mercedes Fraile
Madia hermana: Lola Banfi

Equipo:
Coordinación de producción: Macarena Mauriño
Asistencia de dirección: María Leiva y Juan Quiroga Lavié
Asistencia de escenografía y Vestuario: Agustina Filipini
Asistencia artística: Mailen Niño
Supervisión de voces: Tian Brass
Supervisión de movimiento: Luciana Acuña
Diseño sonoro y música original: Pablo Bronzini
Diseño de iluminación: Ricardo Sica
Vestuario y Escenografía: Cecilia Zuvialde
Dramaturgia: Luis Cano
Dirección: Lorena Ballestrero


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