Cuatro hermanos

Tragicomedia en un acto

por Rubén Sacchi

La escenografía, tan mínima, nos remite a la simpleza y economía del teatro independiente, ese que se hace con pocos recursos pero que, generalmente, rebosa talento. Una mesa y cuatro sillas, de fondo: un telón blanco.
El espectador puede pensar en la última cena o en un tribunal, pero sólo es una mesa familiar, aunque con algo de ambos ingredientes. En ella, cuatro hermanos (mismos padres, misma sangre, refuerza y aclara un sobreimpreso) enfrentan un hecho impensado para ellos a esa altura de la vida, la separación de sus padres.
Cada uno con sus proyectos, conflictos y miserias expone su realidad, intereses y puntos de vista respecto a ese trance y a la particular relación que los une y separa. Celos, resentimientos, egoísmos y todas las pasiones que cualquier familia dirime en su seno.
Cuatro hermanos varones, una madre sexagenaria que despierta de la monotonía matrimonial y una casa familiar demasiado grande para ella. Mismos padres, misma sangre y genealogía, ya que los une la tradición bíblica de la letra J: Jesús, Julián, Javier y Germán, que va con G y, aunque suena igual, debe pagar la deuda de haber frustrado la hija mujer, que hubiese sido Jimena.
La iluminación, austera como el decorado, juega un papel relevante al “seleccionar” un hermano por vez, oscureciendo al resto y permitiendo la proyección de micro videos que arriman datos de cada integrante del núcleo fraterno.
Un trabajo de calidad en la composición de los personajes que sostienen la obra en un solo cuadro únicamente por su carga dramática. Destacable la participación de Piñín Holgado en el papel de la madre, deleitándonos con su maravillosa voz, es sin dudas, la frutilla del postre.

Dirección: Pedro Antony.
Dramaturgia: Cristian Scotton.
Intérpretes: Fernando Sayago, Gerardo Otero, Luciano Correa, Lionel Arostegui.
Actriz Invitada: Piñín Holgado.
Diseño Gráfico: Martín Lavini.
Arte y Video: Mariana Ruiz y Ezequiel Galeano.
Cámara: Maurico Heredia.
Fotografía: Carolina Herrera.
Escenografía: Daniel Bumbalo y Federico Fernandez Coria.Asistencia General: Hernán Letini.

Fotografías: http://www.cuatro-hermanos.blogspot.com/ y http://www.lanus.gov.ar/

Teatro independiente

De mi barrio, con amor

Texto y fotografías: Rubén Sacchi

“¿Quién dijo que todo está perdido?” no es sólo la famosa frase que acuñara nuestro querido Fito Páez, creo que debería ser una pregunta constante cuando la realidad fatalmente nos agobia.
No es una novedad que la libertad e independencia de los pueblos van de la mano de la cultura, será por ese motivo que siempre le dan de palos. No hablemos ya de las purgas a que nos sometieron los ilustres carniceros latinoamericanos, domiciliariamente custodiados y despedidos con honores a edades de geronte, sino de procedimientos más o menos sutiles. Por eso también, las épocas peor marcadas por la mediocridad fueron acompañadas por las inigualables escuelas shopping, de la mano de los cines-bingo jesucristosalvaysana.
No apelo al lugar común, pero nada más cierto que eso de “pinta tu aldea y pintarás el mundo”; yo agrego: y viceversa. Eso explica fácilmente que en Lanús, donde otrora contábamos los cines y teatros por decenas, donde las bibliotecas y centros vecinales funcionaban en cada barrio como verdaderos motores del conocimiento y más de un laburante llevaba un libro bajo el brazo, ya no quede una sola sala cinematográfica y se hayan reducido los espacios culturales a lugares de enseñanza de técnicas y oficios, faltos de presupuesto y políticas adecuadas.
Pero también es cierto eso de que el deseo es el límite de lo posible, por eso, de entre las siniestras torres construidas sin planificación alguna, los baches lunares y las nauseabundas napas freáticas que nos ahogan en cada tormenta, van brotando espacios de esperanza, imaginación y, sobre todo, futuro. Y cuando uno piensa en esa palabra el presente cobra sentido.

“Crece la pared, por hiladas, crece la pared
crece desde el pie, amurallada, crece desde el pie”
(*)

Cuando lo que viene de arriba no es bueno la gente sabe ejercitarse desde abajo. Es el caso del grupo Karumanta, uno de los tres nacidos en el Teatro Espacio del Sur, dirigido por Omar García, que este año adaptó “Dorkas y la vereda hechizada”, sobre monólogos de Alejandro Dolina. La obra, presentada en el Teatro Atenas, cuenta la historia del desdichado Dorkas, enamorado de una hechicera que lo embruja y condena a caminar sin parar por el resto de sus días. Su mal, sin embargo, tiene una solución basada en cinco objetivos que nuestro infortunado trotamundos va logrando a lo largo de su eterno deambular por el barrio de Flores y en su trato con personajes de lo más diverso. Un chico de la calle que filosofa acerca de la desaparición del juego de la bolita, el dios Hermes, con sus sandalias aladas, una dama afrancesada y hasta un arlequín son algunos de los pintorescos partenaire del caminante. El tema central es el amor y las distintas apuestas en ese juego eterno de las relaciones humanas, donde se gana y se pierde con placer y dolor, pero al que todos nos entregamos como pródigos confesos.
En esta obra llena de magia y frescura, Karumanta logra una buena puesta, con notable trabajo del elenco y correcto desempeño del equipo técnico.
(*) “Crece desde el pie” Daniel Viglietti.

Tango que me hiciste mal

Al compás de los corazones
Muriel Rébori. Duración: 50’

por Rubén Sacchi

Un bar de mala muerte. Península (Muriel Rébori) una mujer llena de sueños y Osvaldo (Manuel Lorenzo) un hombre fracasado y saturado de resentimientos, son pareja en la vida y en la danza. Esa noche bailarán el tango a sala llena y ensayan entre recriminaciones y recuerdos, tal vez sin imaginar que ésa será su primera y última función.
Con economía de decorado y música del arrabal se desarrolla Al compás de los corazones, interesante pieza de Muriel Rébori dirigida por Lizardo Laphitz. Una historia sencilla que encierra gran cantidad de líneas alternas con muy buen trabajo sobre la psicología de los personajes. La dramaturga, que además realiza el protagónico femenino de manera destacable, evidencia aptitudes polifacéticas demostrando ser buena bailarina en la difícil tarea de hacerlo “mal”, bien.
Al compás de los corazones apela al diálogo interior haciendo que esa noche transcurra entre la dura realidad y la imaginación de los protagonistas. El elenco se completa con Miguel Angel Farías en el notable papel del mozo del bar donde se desencadenan los hechos.

Nuestro cuarto de hora!?


Nuestro cuarto de hora!?
Korso Gomes. La RosaditaRecords, 2008.

por Rubén Sacchi

Once años de sudor y compromiso llevaron a Korso Gomes a los estudios Sonosfera, para registrar su quinto compacto.
Once años, once temas. Uno lo escucha y puede decir: “al fin algo realmente diferente”. Como siempre, muy buen nivel en las letras y una presentación atractiva, incluyendo un track interactivo con el video del tema Basta!.
Este equipo lo conforman: Galo en voz; Lucas, en guitarras; Vito, en bajo; Juanpi, en batería y Rolo en saxo y fue seleccionado por la discográfica francesa “Sabor Discos”. Luego de esto, pocas dudas quedan acerca del signo de puntuación que deben agregar al nombre de su disco, a esta gente creo que le ha llegado, con mucha justicia, su cuarto de hora.

La suerte la fabricás vos


La suerte la fabricás vos
La Perra que los Parió, 2008

por Rubén Sacchi

Este tercer disco de la banda merece un pasacalle. Y quien cometa el acierto de comprarlo sabrá que no estoy errado.
Dos motivos llevan a esta afirmación: es un discazo y, además, ¡incluye una estampita de San Expedito!, por lo que no puede decirse que la gente de La Perra... no está a la última moda.
Otro capítulo aparte es la presentación, un atractivo menú interactivo que ofrece, desde las letras hasta el video de un tema, toda la data y fotos a rabiar. Además, los nueve temas que lo componen más un bonus de lujo: Mejor no hablar de ciertas cosas.
La formación actual es: Nahuel “El Viejo” Amarilla (voz y guitarra); Juan “Juanchi” Espada (guitarras); Matías “El Grosso” Ramos (bajo y coros); Jorge “El Vos” Bekmezián (percusión) y Maximiliano “Maxi” Di Monti (batería), junto a Fernando en saxo, Adrián en trompeta y Neeko en armónica.

La Tolva Volúmen 2


La Tolva Volúmen 2
La Tolva. La Tolva Discos 2008

por Rubén Sacchi

Un grupo que se va afianzando. Luego de un primer demo (con invitados de lujo, como Ulises Butrón) la dupla Schanzenbach-Boris incorporó un baterista estable: Matías Falivene.Este segundo demo nos regala con un par de canciones más que su anterior volúmen, además de deleitarnos con una singular versión del clásico de Invisible Durazno sangrando, tema que marcó toda una época y define un estilo.

Vinales


Vinales
Vinales. Latitud Sur 2007

por Rubén Sacchi

Oriundos de la provincia de Córdoba, el grupo Vinales nos deleitó el pasado 17 de octubre con un show exclusivo para la prensa en el Centro Cultural Paco Urondo. La música que interpretan es una suerte de folklore con arreglos electrónicos, dando un toque de actualidad a temas tradicionales, como Piedra y camino y Pa’l Cachilo dormido, del maestro Atahualpa Yupanqui o Lo que canto en las mañanas, de Jacinto Piedra.
El quinteto presentó su flamante primer cd, una producción independiente que incluye 11 canciones y tiene invitados de lujo, como el Dúo Coplanacu y Guadalupe Gómez.
Vinales son: Andrés Acuña (voz, teclados y programación); Sebastián Bergallo (bajo y coros); Oscar Alessio (batería); Fede Daghero (percusión) y el D.J. invitado Federico Flores.

Desde adentro


Desde adentro
Vagamundos, Basilisco Records 2007

por Rubén Sacchi

Luego del EP Raras Sensaciones (2003), este joven trío punk del norte del Gran Buenos Aires lanza su primer trabajo extendido. Doce temas fuertes que, haciendo honor a su título, salen “desde adentro”.
La banda, conformada por Mauricio Escobar (Batería); Hernán Ramos (Bajo y coros) y Santiago Biagioni (Guitarra y voz), presenta un buen nivel en las letras y sonido sensiblemente superior a su anterior grabación, lo que demuestra que los cuatro años transcurridos entre ambos trabajos fueron de gran esfuerzo por superarse.

Sailormen


Sailormen
Holen, 2007

por Rubén Sacchi

Un viejo dicho reza que “todo llega en esta vida”, eso parecen repetirse los músicos de Holen quienes, bregando desde hace seis años y luego de transitar la experiencia de cinco demos entre 2002 y 2006, llegaron a su primer compacto. Doce pistas registradas en los estudios Robledo Sound Machine bajo la producción de Marcelo Blanco, percusionista de Los Pericos que participó como músico invitado, al igual que Juanchi Baleirón y Diego Blanco, guitarra y teclas de esa famosa banda de reggae.
Con diferentes influencias musicales –desde The Beatles a Joy Division-, esta banda de la zona norte del Gran Buenos Aires, conformada por Sebastián Zunino (voz y guitarra rítmica); Lucio Presta (guitarra); Tobías Bonfiglio (bajo); Facundo Guell (batería) y Ezequiel Vallejo (guitarra y coros) promete seguir sorprendiéndonos.

Lo bueno en lo malo


Lo bueno en lo malo
El Viejo Surco. 2006
por Rubén Sacchi

Con ocho años de historia, El Viejo Surco llega a su segundo disco. De características “stone”, incursionan en nuevos sonidos, como son la incorporación de acordeón en “El diablo” y saxos en “Una noche más” y el “Lo bueno en lo malo”, tema que da nombre al compacto. La voz de Rodrigo Ortiz no está mal, pero podría esperarse un nivel superior en las letras, lo acompañan Yamil Venier en batería; Ramiro Ribarola en guitarra y coros; Martín Gómez en bajo; Martín Giménez en guitarra y coros y Gastón Heredia a cargo de los teclados.

Fin del mundo


Fin del mundo
Richter. Loshe Music, 2008.

por Rubén Sacchi

Desde Epicentro, su primer disco de 2001, Richter ha descrito una parábola ascendente a través de sus cuatro placas. Con un sonido fuerte, rock electrónico y mucha distorsión, nos entregan un trabajo bien acabado, cuyo sonido hace llegar por elevación al título que lo identifica: Fin del mundo.
Además de nuestro país, el disco es lanzado en simultáneo en México, Colombia y España, hecho bastante singular para una banda independiente de los grandes sellos discográficos.
Zenitram, en voz, programaciones y sintetizadores; John John, guitarras y coros; Nan en sintetizadores y efectos; Scheller en bajo, voz y programaciones y JD5 en batería son los responsables de estas 12 pistas para sentarse a disfrutar.

Doña Flor y sus dos maridos. El musical

Doña Flor y sus dos maridos. El musical
Adaptación: Daniel Fernández
Teatro Broadway

por Rubén Sacchi

Gibrán Khalil Gibrán, el gran poeta libanés, escribió: “Todo hombre ama a dos mujeres, una es fruto de su imaginación y la otra no ha nacido todavía”. A diferencia de género, esta premisa se cumple en Doña Flor y sus dos maridos, musical dirigido por Daniel Fernández, basado en la novela homónima del bahiano Jorge Amado, que narra la historia de Dona Flor (Emme) casada con Vadinho (Miguel Habud) un joven pródigo, borrachín y mujeriego, la que, una vez que enviuda, contrae segundas nupcias con el farmacéutico Teodoro (Marcelo Mazzarello) pareja antagónica de la anterior.
Quien recorrió el Largo do Pelourinho, en Salvador de Bahía sabe que es un sitio que respira alegría, música y, sobre todo, sexo. ¿Quién no relaciona el Carnaval con la desmesura lujuriosa de los cuerpos de garotas bailando desenfrenadas y amando del mismo modo? Ese clima caliente recorre la obra, logrado a través de decorados, proyección de imágenes y la constante presencia de excelentes bailarines que rezuman sensualidad. Tal vez esto se hubiese visto reforzado con un repertorio musical más adecuado que no dejara en la orfandad al mítico Qué será, por demás aggiornado, de Chico Buarque de Hollanda.
Los actores logran instalar el clima de comedia con ribetes dramáticos, aunque algunas veces el manejo lumínico contamina la escena con la siguiente, perturbando el cuadro. No obstante estos detalles, hay momentos muy bien resueltos coreográficamente, tal es la alegoría orgiástica que consiguen la imaginación y la cocina afrodisíaca de Doña Flor, como antes también la representación de la muerte de Vadinho.
Buenas voces en general, aún en los momentos de mayor exigencia física, algunas de notable performance. Sorprendente el papel de la madre de Doña Flor, interpretado por María Concepción César.
En síntesis, una entrañable historia donde la lucha eterna entre la vida y la muerte se desarrolla en un teatro de operaciones acotado a un ser humano y, para bien o para mal, no acaba de la manera a que nos tienen acostumbrados.

Elenco:
Doña Flor: Emme
Vadinho: Miguel Habud
Teodoro: Marcelo Mazzarello
Madre de Doña Flor: María Concepción César
Autor (Jorge Amado): Javier Teves
La muerte: Leandro Gazzia
La vida: Nanda Aleman
Espíritu de Bahía: Mijal
Alumna: Graciela Quelas
Cura: Laurentino Blanco
Crupier: Javier Luis de Galarreta
Mujer del casino: Marina Rolón
Con la participación de:
Denise Camps, Rocío Sanz, Gozalo Berón Muñoz y Bruno Pedicone

Adaptación y letras: Leandro Gazzia
Música original: Eduardo Blacher
Dirección general y coreografías: Daniel Fernández

Monotemático

Monotemático. Historia de una obsesión

por Rubén Sacchi

Por más equilibrado que se suponga, el ser humano padece fobias y obsesiones y, para un hombre, no hay mayor obsesión que la mujer a la que ama. Cuando esa historia se compone de pasión, abandono, angustia, venganza y locura, se poseen todos los elementos para componer un hermoso tango. ¿Qué mejor lugar que el Bar Tuñón, para recrear esa atmósfera de letra y música de Buenos Aires? Allí, el viernes 21 de julio, el trío Carassai, Palau, Abadie presentó el trabajo que da título a este artículo.Monotemático es un concierto que reúne tangos y valses en un original formato literario. Hay un prólogo, varios capítulos y, por supuesto, un epílogo. La historia es simple: tras una disquisición filosófica acerca de los tipos de amor, Osvaldo Palau -que además de cantante es actor- nos relata un amor desafortunado que no por ello dejó de tener sus momentos de gloria y se ha convertido en el motivo directriz de vida del personaje.Los temas, todos inéditos y compuestos por Sebastián Carassai -también a cargo del virtuoso piano-, manejan una fina ironía en sus letras y están magníficamente apoyados en la base del contrabajo de Walter Abadie. El show cierra con una particular división de bienes de la malograda pareja y varios bises. Notable la producción periodística de Sonia Cabral.Quizás, la mejor forma de definirlo es la que prefieren los propios intérpretes: “monotemático es una obsesión / es un combate que se libra cuando ya se ha perdido / es volver a donde siempre se estuvo para llegar al sitio del que nunca se ha salido / monotemático es monismo / es simple / no es compuesto porque no admite descomposición / monotemático es ironía de la angustia / es la fase positiva de la alienación absoluta / monotemático es hombre enfermo, es decir, animal sano / es oscuridad infinita / es recordar el futuro / es negación del tiempo / es párpados abiertos de ojos ya cerrados / monotemático es, por sobre todas las cosas, necesidad vital”.

En el aire

En el aire

por María Eva De Bartolo

El lunes 24 de julio de 2006 se llevó a cabo la función de prensa de En el aire, que había sido estrenada el viernes 21 en el Teatro del Pueblo. La obra es de Bernardo Carey, con dirección de Manuel Iedvabni y las actuaciones de Paula Canals, Lucas Ferraro y Humberto Serrano.La historia se desarrolla en un estudio de radio FM de un barrio porteño. Son tres personas de tres generaciones diferentes, con un presente común, angustiante, donde confluyen lo íntimo con lo social y un futuro que tendrán que labrarse cada uno a su manera. Durante el transcurso de la obra se presentan el amor y las miserias humanas en toda su densidad, pero con un mensaje de esperanza dado por, al decir de Carey, el "fervor de vivir". Son dos hombres y una mujer que deben ganarse el pan de cada día, que con sus virtudes y sus flaquezas saben que deben sobrevivir a pesar de todo. Si bien el trasfondo es dramático, está teñido por un fino humor que arranca risas entre los espectadores en más de una ocasión.Muy buenas las actuaciones, sobresaliendo Humberto Serrano como Rodolfo Carrera, conductor de un programa de tangos, personaje en el que vuelca talento y experiencia. Merece destacarse también Juan Manuel Tenuta, voz en off de un personaje entrañable que nos parece conocer de toda la vida.La puesta es correcta y la escenografía y el vestuario de Alberto Bellatti, destacan la personalidad de cada uno de los personajes.